martes, 21 de octubre de 2008

Antes de nada...

Una maleta lo más ligera posible, una mochila con todos los cachivaches que creo pueden serme útiles en territorio hostil, algunas provisiones (snacks, frutos secos... indispensables), el obligado diccionario de emergencia que se que nunca utilizare, barajas de cartas… solo mi guitarra va a quedarse fuera del equipaje. Es demasiado, hay que saber elegir. La verdad, preferiría prescindir de la maleta.

Solo quedan algunas horas. Debería estar ya en la cama, descansando para el día que me espera mañana. Pero no tengo sueño, y me trae sin cuidado que mañana sea mi primer vuelo. Seguro que en el armatoste ese se puede dormir. La verdad, no tengo sueño. Y no es por los nervios… tampoco estoy tan nervioso. Al fin y al cabo es un viaje que yo mismo planee: Londres, con lo puesto y por tiempo indefinido. Unos ahorrillos, bártulos mínimos y un amigo. No es lo que se dice un viaje de riesgo, por mucho que mi madre se empeñe. “Nunca se sabe”, sentencia ella cada vez que sale a relucir el tema de lo que ella llama “mi viaje descabellado”. Al cuerno. Estas cosas se hacen ahora o no se hacen nunca. Es el momento. Punto.

Antes de irme me queda una tarea pendiente. Y es esto. Ningún viaje es trascendente si no hay algo que rescate del olvido todo lo que en el sucede. Mi libreta no esta mal, pero con un blog matamos dos pájaros de un tiro. Puedo ir contando lo que quiera a la vez que los que se quedan aquí van teniendo noticias nuestras. Esto ya está en marcha… solo falta poner un nombre.

Como suele suceder en estos casos, algún tipo de carambola cósmica me da una idea un tanto absurda. En este caso han sido Les Luthiers a través de mis auriculares. Ha sido uno de sus geniales disparates el que ha bautizado este… esto. Londres, dos viajeros curiosos… pues London Inspection y aquí paz y después gloria. Un sitio donde mi amigo y yo podremos contar que pasa durante el viaje. Francamente, este proyecto es tan abstracto que igual mañana hago la crónica de la llegada a la City y pasado analizo la letra de una canción que me ha cautivado mientras caminaba por la ciudad. Igual la semana que viene me da por Shakespeare y hablo de Macbeth. Y a lo mejor el otro tarado se pasa este proyecto por salves sean las partes y todo el tinglado se va a pique en dos días. Quien sabe.

Creo que ahora ya va siendo hora de retirarse, mañana hay que estar a las ocho en el aeropuerto. Un repaso más al equipaje no está de más. Odio las llamaditas a ultima hora en las que me entero que me he dejado el dentífrico…

Por cierto, mi nombre es Lucas.



1 comentario:

Enzo Buonfiglio dijo...

hola Lucas!!
Soy Enzo, y estoy en valencia de eramus!!Me gusta Valencia, aunque quisiera pasar una temporadita en Londres también!todo se verá!
que vaya bien el viaje!

coooooosa!jaja