Hace mucho que no me paso a escribir por aquí. Y no es porque en mi vida pasen pocas cosas. Es porque pasan demasiadas. Pero bueno, ya toca. Hoy es 23 de diciembre. Alli en España, mis hermanos habrán empezado las vacaciones en el colegio, todos habrán puesto el Belén en el salón y el gato se lo estará pasando pipa tratando de coger las bolas del árbol de Navidad. Y yo no estaré con ellos este año. Estaré aquí, en un barrio de Londres. A miles de kilómetros.
No voy a atormentaros con sensiblerías que en estas fechas tanto abundan. Solo me redimo de tantos días sin aparecer por la blogosfera. Hoy en día impera la dureza y el escepticismo con respecto a la Navidad. Personalmente, no soporto la mayoría de cosas que veo a mí alrededor en estas fechas. No puedo con todo lo que destroza lo que para mi era, cuando niño, la parte más importante del año. Y este año voy a pasar estas fechas en un país distinto, con los amigos que he hecho aquí. Riendo, festejando, felicitando. Pero al final de cada día, cuando llegue a mi cuarto y me tumbe en la cama, se que me sentiré tremendamente solo.
Ayer creí ver a la chica del jersey azul, alli abajo, en el metro. Pero estaba muy lejos. Quizá solo fue un espejismo.
Feliz Navidad a todos.
-Lucas.
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